Permítanme que me presente. Seré breve y preciso.
Soy una diva.
Son muchos los que han tratado de definir mi carismática personalidad: Pedante (digo, interesante), dramático y quisquilloso son algunos de los epítetos más repetidos con los que han intentado etiquetarme.
Sin embargo, después de muchos años de analizar a las grandes damas de la escena, he llegado a la conclusión de que comparto con artistas como La Callas, La Xirgu, o la gran Pinito del Oro ese “je ne se qua” que me hace iluminar auditorios, teatros, circos con los flashes se disparen en mi presencia (y si no, ya activo yo la linterna de mi teléfono). Así que, he decidido rendirme y reprimir mi natural modestia y recitar (yo jamás gritaría) allá donde voy mi condición de diva.
¡Qué squad tan instagrameable seríamos!
¿Se imaginan? Likes a borbotones en las stories recitando a Shakespeare, coreografías de Diáguilev en tik-tok, por ¿qué no?, cupcakes y champagne mientras hacemos nada junto a Marina Abramovich. ¡Ay!, sólo con nombrarlo me embriago a lo Julia Roberts con la Traviata.
Aprovecho, también, este primer encuentro con ustedes para aclararles el origen de mi nombre artístico. Espero que lo recuerden y no me importunen preguntándolo insistentemente en todas las entrevistas que les conceda. Bufandillo. Si lo prefieren, “el Gran Bufandillo”.
¿Por qué me llaman así?
¡Ay, infelices!…¿no es obvio? Siempre llevo una bufanda protegiendo mi garganta. No importa que haya 40 grados a la sombra, jamás me verán sin ella. Y no es por que cante como la “de los Ángeles” -debieran escuchar mis do de pecho bajo la ducha-, sino porque nunca se sabe cuándo te van a dar un homenaje, a pedir tu opinión -o vas a tener que darla irremediablemente sin que te la pidan- y, por supuesto, agradecer los ¡bravos! con los que te aclaman.
Bueno, esto es todo lo que tienen que saber de mí por ahora. ¡Suficiente!. Si quieren saber más, permanezcan atentos…
¡Ay, afortunado de mí! Me encanta esta sensación… Aún no me he sentado en mi exclusivo palco y ya puedo sentir el murmullo que mi presencia desata entre ustedes… Imagínense cómo estarán entre bambalinas.
Las luces se están apagando…
¡Bufandillo está aquí!
El crítico ha llegado al teatro.
¡Bravo!